🚧 Atajos
Nos encantan los atajos hacia fines deseados sin que cuesten esfuerzo. Suelen salir mal.
Un periodista a quien me gustaría parecerme algún día es Héctor G. Barnés. Lee los tiempos como un jedi y los explica con la sencillez de ‘Teo te cuenta cómo está la vida’. Uno de sus últimos tuits resume lo que están siendo estas últimas semanas:
Sin entrar en cuestiones nutricionales o marketinianas, creo que empiezo a detectar el patrón detrás de productos con cierta relación con la salud cuyo éxito suele ser una oleada efímera, como las freidoras de aire, las licuadoras o las pulseras de monitorización física de 25 euros. Todos ofrecen una promesa en forma de atajo: cuidarse de verdad es complicado, pero con esto simplificas el camino por poco dinero.
Los razonamientos habituales tras su compra suelen dar una pista de la trampa de estos atajos:
Con esa pulsera controlaré los pasos que doy y me motivaré para moverme más
Con la freidora de aire gastaré menos aceite y comeré más saludable
Con la licuadora podré tomar mucha fruta de forma fácil en lugar de porquerías
Meeeeec. Error. Suelen ser compromisos de bajo nivel: gastar 25, 50 o 100 euros en algún cacharro pensando que con eso mejoraremos sin mucho esfuerzo, ya sea comiendo mejor, haciendo más ejercicio o adoptando hábitos más saludables, es el equivalente marítimo a remar con un colador.
No son malas compras (bueno, la pulserita sí), pero fiar unos objetivos duros a su adquisición no es muy diferente a pensar que algo ocurrirá solo por cerrar los ojos y desearlo muy fuerte.
Comprometerse de verdad empieza por marcarse una rutina, fijar objetivos y no desviarse de ellos ante cualquier excusa. Los atajos son un mal síntoma. ¿Quieres lograr un objetivo? Evita esos atajos e incorpora a tu rutina los pasos lógicos, aunque supongan un sacrificio. Los atajos no funcionan.
Constancia, disciplina.
3 recomendaciones
🧸 Infiesto (Netflix). Un thriller policial en torno a secuestros, una secta… Va de más a menos y el final se queda bastante abajo, pero la grabación en Asturias y tener a Luis Zahera bien vale echarle un tiento.
📕 Todo lo que sé sobre el amor (Dolly Alderton). Una treintañera rememorando experiencias vitales desde el Messenger hasta… eso, la treintena. Seguramente no habrás tenido una juventud tan desenfrenada, pero sí recuerdos solapados.
☔️ La chica de nieve (Netflix). Otro thriller, este en formato serie y grabado en Málaga, que también arranca con un secuestro infantil.
Gracias por tu reflexión!
Yo atajé con una de esas freidoras en navidad 😀
Pues yo rompo una lanza en favor de la solvencia de las freidoras de aire: vamos por la segunda en casa y la usamos prácticamente en todas las comidas. No es tanto por una cuestión de salud (que también), sino por pura comodidad: prácticamente todo lo que se hacía antes en la sartén, lo preparamos ahí sin casi humos, sin grasas y sin manchar; le das al botón y te vas. Luego metes el cesto en el lavavajillas y aquí paz y después, gloria.