🧐 Semántica
Hay dos momentos clave en mi aprendizaje sobre las barreras lingüísticas. El primero fue al llegar a la universidad, cuando descubrí que ciertos términos del valenciano son muy distintos entre comarcas. No era algo nuevo para mí y cualquier paisano sabe que el valenciano de l'Horta tiene muchos matices respecto al del Baix Maestrat o al de la Marina Baixa, pero nunca lo había vivido tan en primera persona como cuando los compañeros íbamos aprendiendo las diferencias.
El segundo ocurrió cuando me mudé a Madrid y descubrí que lo que los valencianos llamamos 'finca' no tiene sentido para el resto, y así con más palabras. Esos escenarios nunca han pasado de anécdota o de curiosidad. Sin embargo, en otras ocasiones sí ha habido ciertos conflictos por las diferencias semánticas de una misma frase.
Ocurrió, por ejemplo, cuando escuché por primera vez la expresión "no me importaría" como respuesta a una generosa oferta. Para mí, responder "no me importaría" cuando alguien te ofrece algo de manera amable y desinteresada, sobre todo cuando ese "algo" tiene un valor, es casi una falta de respeto. Luego escuché más veces esa misma frase y asumí que, al igual que "ahora luego" me suena muy natural pero a los no-valencianos les suena a contradicción, esa frase no esconde desdén, sino que es una mera frase hecha.
Ofrecerle a un familiar que herede gratis un iPad, antiguo pero que sigue dando batalla, y obtener como respuesta "no me importaría quedármelo" me transmite a que me está haciendo un favor él a mí. "Bueno, entonces mejor se lo doy a alguien a quien sí le importe", pensaría yo.
Algo similar me ocurrió con otra expresión que detesto especialmente. "Cuántos quisieran". Se utiliza para reconfortar al otro cuando se encuentra en un contexto de cierta humildad o frugalidad. Por ejemplo, cuando alguien se compra un coche y explica que no pudo optar a algo mejor que ese, de segunda mano y con la correa de transmisión aullando. Responderle "cuántos quisieran" suele ser visto como una palmada amable y empática por parte del emisor, pero a mí siempre me ha chirriado más que esa correa de transmisión. Más bien me suena a "sí, la verdad es que es una mierda de coche, pero peor están los que no pueden pagarse ni siquiera uno peor".
Argh.
Sé que son frases hechas y así y todo me siguen chirriando como una cuchilla arañando un espejo cada vez que las escucho. Qué costará entender lo que uno está transmitiendo.
Por otro lado, con el tiempo acabé asumiendo que habrá expresiones que a mí me resulten naturales, pero que al receptor le provocarán ácido gástrico. Todavía no he encontrado una, quedo abierto para el futuro a recibir improperios por valencianadas que cuesten de digerir, al igual que a mí cuando escucho un "no me importaría" o un "cuántos quisieran".
Barreras lingüísticas.
3 recomendaciones
⚖️ Better Call Saul (Movistar+). La semana que viene se emitirá el último episodio. Se acaba una serie maravillosa. En tiempos de series fast food que deglutir cuanto más rápido mejor, esto es una oda a la pausa, la profundidad, el cuidado por el detalle, lo sutil. Para mí, ha superado a Breaking Bad.
🔪 Crims (TVE3). Crónica negra hecha con rigor y un ritmo perfecto. En catalán, pero en Movistar+ están doblados al castellano.
🍿 The White Lotus (Prime Video). La vi hace un año pero la he recordado por el anuncio de su segunda temporada, que llegará en octubre. Serie mordaz en la que no necesariamente te identificarás con un personaje, o eso me ocurrió a mí. Algo de agradecer en una serie tan coral, un género destinado a que nos vinculemos a alguien sí o sí.