Alguna vez he contado en Twitter o en el podcast cómo antes era un caos andante y tras un click forzoso tuve que empezar a organizarme en serio. Eso fue un proceso gradual, mejorando poco a poco, y que tuvo en el calendario a una de las grandes palancas.La gracia con el calendario llegó cuando aprendà a bloquear mi tiempo para aquello que realmente quiero hacer. En realidad sigo aprendiendo a hacerlo y es algo que deberÃa perfeccionar, pero al menos soy consciente de ello.Bloquear el tiempo simplemente es fijar un evento en el calendario con prioridad total, solo desplazable por auténtica fuerza mayor, donde estemos reservando la duración necesaria para hacer aquello que queremos.Suena rebuscado pero con un ejemplo se entiende perfecto: querer salir a correr y nunca hacerlo. Es una actividad poco agradecida a corto plazo para la que durante la mayorÃa del año no estamos precisamente a gusto. O hace demasiado calor, o hace demasiado frÃo. O ya es de noche y está oscuro, o se me ha complicado la tarde y no me dará tiempo. Cualquier excusa es buena.Si realmente queremos iniciar el hábito de salir a correr, nada es tan efectivo como bloquear el tiempo necesario en el calendario. De la misma forma que no podemos escapar a nuestra jornada de trabajo o a una cita que hemos concertado, tampoco tenemos excusa para no correr en el intervalo que hemos reservado.Algo asÃ, aplicado a cualquier acción que queramos hacer y que nos resulte complicada porque va después de una largo dÃa laboral, o porque tendrÃa que ser muy temprano, o porque simplemente nos suele costar acometerla.Soy partidario de organizar la vida entera en base al calendario, pero también dejar espacios vacÃos en los que simplemente hacer lo que nos apetezca en ese momento si nos lo podemos permitir.Esto ha sido clave para aumentar mi número de libros leÃdos —no creo en las competiciones por ver quien lee más, pero sà en no descuidar este aspecto y acabar sin leer nada en meses—, para hacer deporte con regularidad... Y ahora quiero hacer lo mismo para un-cierto-proyecto-💥 que quiero que vea la luz antes de que acabe el curso. Si todo va bien, bastante antes. He recurrido al viejo truco de pensar el clásico "cuando pueda, sacaré ratitos", y no ha funcionado: llevo un 10% de lo que esperaba llevar a mediados de septiembre.Ya os contaré, porque de verdad que funciona.
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🗓 Bloqueo
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Alguna vez he contado en Twitter o en el podcast cómo antes era un caos andante y tras un click forzoso tuve que empezar a organizarme en serio. Eso fue un proceso gradual, mejorando poco a poco, y que tuvo en el calendario a una de las grandes palancas.La gracia con el calendario llegó cuando aprendà a bloquear mi tiempo para aquello que realmente quiero hacer. En realidad sigo aprendiendo a hacerlo y es algo que deberÃa perfeccionar, pero al menos soy consciente de ello.Bloquear el tiempo simplemente es fijar un evento en el calendario con prioridad total, solo desplazable por auténtica fuerza mayor, donde estemos reservando la duración necesaria para hacer aquello que queremos.Suena rebuscado pero con un ejemplo se entiende perfecto: querer salir a correr y nunca hacerlo. Es una actividad poco agradecida a corto plazo para la que durante la mayorÃa del año no estamos precisamente a gusto. O hace demasiado calor, o hace demasiado frÃo. O ya es de noche y está oscuro, o se me ha complicado la tarde y no me dará tiempo. Cualquier excusa es buena.Si realmente queremos iniciar el hábito de salir a correr, nada es tan efectivo como bloquear el tiempo necesario en el calendario. De la misma forma que no podemos escapar a nuestra jornada de trabajo o a una cita que hemos concertado, tampoco tenemos excusa para no correr en el intervalo que hemos reservado.Algo asÃ, aplicado a cualquier acción que queramos hacer y que nos resulte complicada porque va después de una largo dÃa laboral, o porque tendrÃa que ser muy temprano, o porque simplemente nos suele costar acometerla.Soy partidario de organizar la vida entera en base al calendario, pero también dejar espacios vacÃos en los que simplemente hacer lo que nos apetezca en ese momento si nos lo podemos permitir.Esto ha sido clave para aumentar mi número de libros leÃdos —no creo en las competiciones por ver quien lee más, pero sà en no descuidar este aspecto y acabar sin leer nada en meses—, para hacer deporte con regularidad... Y ahora quiero hacer lo mismo para un-cierto-proyecto-💥 que quiero que vea la luz antes de que acabe el curso. Si todo va bien, bastante antes. He recurrido al viejo truco de pensar el clásico "cuando pueda, sacaré ratitos", y no ha funcionado: llevo un 10% de lo que esperaba llevar a mediados de septiembre.Ya os contaré, porque de verdad que funciona.