Llevo unas semanas probando el nuevo Spark, una aplicación de gestión del correo electrónico muy popular para macOS, iOS, Android y ahora también para Windows. Comencé a usar Spark en mayo tras trece años usando la aplicación nativa de correo de Apple, y realmente me supuso una diferencia.Esta gran actualización me ha caído del cielo y nuevamente, y esta vez mucho más, ha cambiado a mejor mi relación con el correo electrónico.El correo electrónico es un monstruo que nos cuesta dominar. Es asíncrono, pero cuesta contener la sensación de urgencia. No es agradable, pero resulta imposible huir de él. Uno puede irse de Twitter, de Instagram, hasta de WhatsApp, pero nadie puede renunciar al correo.Spark —que es cierto que su tercera versión ha llegado con varias carencias respecto a su antecesor, que serán incorporadas más adelante según la empresa— me ha hecho mucho más placentero el día a día con el correo. Y sobre todo, me ha hecho dar el salto al famoso Inbox Zero por primera vez en mi vida.Siempre me ha horrorizado la imagen de una app de Gmail con un globo de notificación y cientos o miles (¡o cientos de miles!) de correos no leídos. No era ese mi caso, pero sí que he mantenido hasta ahora todos mis correos en la bandeja de entrada. Todos. Apenas borro algunos.Hasta ahora. Gracias a la interfaz de una aplicación.Spark permite 'marcar como completado' un correo y de esa forma lo archiva, sin eliminarlo. No incorpora un sistema de tareas al mail, simplemente usa esa interfaz para la gestión de correos.Solo con ese cambio ya me lo ha puesto mucho más fácil para dejar en mi bandeja de entrada solo aquellos que todavía necesiten ser procesador o formen parte de un trabajo en curso. En el fondo no importa la aplicación, si quieres usar Inbox Zero, puedes desde cualquier lugar. Un Inbox Zero es paz mental, mayor control, mejor perspectiva de lo que tenemos entre manos.Otra función que me gusta de Spark (y es replicable en cierta forma en cualquier otro cliente) es la de 'apartar' correos. Dejarlos a un lado, literalmente, en la interfaz, y retomarlos cuando se pueda sin tener que ocuparse de ellos en el momento.También me gusta la facilidad con la que podemos bloquear a un nuevo remitente para que sus correos nunca lleguen a nuestra bandeja de entrada. En un gremio en el que es una terrible costumbre incorporar mails ajenos a bases de datos cualquiera, sin cribar bien siquiera, esta función es una agradable venganza.Hay pocas cosas tan placenteras como descubrir que se puede mejorar un sistema que ya tenías dominado. Y sobre todo, no dejar de dar vueltas de vez en cuando a cómo se podría mejorar algo que crees dominado o cuyo manejo simplemente das por bueno. Siempre suele haber margen para más.
Share this post
📭 Cero
Share this post
Llevo unas semanas probando el nuevo Spark, una aplicación de gestión del correo electrónico muy popular para macOS, iOS, Android y ahora también para Windows. Comencé a usar Spark en mayo tras trece años usando la aplicación nativa de correo de Apple, y realmente me supuso una diferencia.Esta gran actualización me ha caído del cielo y nuevamente, y esta vez mucho más, ha cambiado a mejor mi relación con el correo electrónico.El correo electrónico es un monstruo que nos cuesta dominar. Es asíncrono, pero cuesta contener la sensación de urgencia. No es agradable, pero resulta imposible huir de él. Uno puede irse de Twitter, de Instagram, hasta de WhatsApp, pero nadie puede renunciar al correo.Spark —que es cierto que su tercera versión ha llegado con varias carencias respecto a su antecesor, que serán incorporadas más adelante según la empresa— me ha hecho mucho más placentero el día a día con el correo. Y sobre todo, me ha hecho dar el salto al famoso Inbox Zero por primera vez en mi vida.Siempre me ha horrorizado la imagen de una app de Gmail con un globo de notificación y cientos o miles (¡o cientos de miles!) de correos no leídos. No era ese mi caso, pero sí que he mantenido hasta ahora todos mis correos en la bandeja de entrada. Todos. Apenas borro algunos.Hasta ahora. Gracias a la interfaz de una aplicación.Spark permite 'marcar como completado' un correo y de esa forma lo archiva, sin eliminarlo. No incorpora un sistema de tareas al mail, simplemente usa esa interfaz para la gestión de correos.Solo con ese cambio ya me lo ha puesto mucho más fácil para dejar en mi bandeja de entrada solo aquellos que todavía necesiten ser procesador o formen parte de un trabajo en curso. En el fondo no importa la aplicación, si quieres usar Inbox Zero, puedes desde cualquier lugar. Un Inbox Zero es paz mental, mayor control, mejor perspectiva de lo que tenemos entre manos.Otra función que me gusta de Spark (y es replicable en cierta forma en cualquier otro cliente) es la de 'apartar' correos. Dejarlos a un lado, literalmente, en la interfaz, y retomarlos cuando se pueda sin tener que ocuparse de ellos en el momento.También me gusta la facilidad con la que podemos bloquear a un nuevo remitente para que sus correos nunca lleguen a nuestra bandeja de entrada. En un gremio en el que es una terrible costumbre incorporar mails ajenos a bases de datos cualquiera, sin cribar bien siquiera, esta función es una agradable venganza.Hay pocas cosas tan placenteras como descubrir que se puede mejorar un sistema que ya tenías dominado. Y sobre todo, no dejar de dar vueltas de vez en cuando a cómo se podría mejorar algo que crees dominado o cuyo manejo simplemente das por bueno. Siempre suele haber margen para más.