Este año he hecho, en cuanto a ejercicio físico, dos actividades principales: entrenamiento de fuerza en el gimnasio, y correr por asfalto.

Ambas cosas las hice también en 2021, pero este año las hice desde enero, aunque con dos planes diferentes. Hay una aplicación para iPhone que saca bonitas gráficas sobre nuestras estadísticas de entrenamiento, HealthFit, y a ella he recurrido para esta newsletter.

El entrenamiento de fuerza lo inicié con una rutina de cuatro días por semana, y a partir de cierto momento pasaron a ser cinco días a la semana. La regla era y es no fallar jamás por pereza, solo cuando tengo alguna lesión importante o estoy enfermo, o por supuesto cuando estoy de viaje. He sido fiel a ella y la he cumplido cada vez más a rajatabla.

En la gráfica se ve la evolución de estos meses (todas mis sesiones son de una hora) respecto a la del año pasado, cuando la mayor parte del año iba tres veces por semana y tenía más propensión a fallar que ahora.

Correr por asfalto es algo que me gusta mucho, pero resulta más lesivo y es de mayor impacto que el entrenamiento de fuerza. Quizás por eso pensé que era mejor idea no seguir un plan tan estricto y limitarme a salir en base a mis sensaciones y ganas. Y así me he pasado el año: saliendo cuando me venía en gana, a veces corriendo menos seguramente de lo que hubiese debido, y excediéndome en otras ocasiones cuando tenía más ganas que predisposición física.

En ese sentido siento que el año ha sido un desastre. He corrido más kilómetros que en cualquier otro año de mi vida, y las molestias permanentes de mi sóleo izquierdo cuando supero cierto umbral de distancia o ritmo son en parte el motivo de que no haya sido un mejor año en ese sentido, pero ni con eso puedo dejar de sentir que no he hecho una buena planificación.

"El caos es mi amigo" es una de las frases más icónicas pronunciadas por el genio Bob Dylan. Bob, te respeto y te adoro, pero el caos y yo no somos amigos. El caos, de hecho, encabeza mi lista de archienemigos: mi vida empezó a irme mucho mejor cuando me di cuenta de mi naturaleza caótica y decidí atajarla aplicando orden en todos los frentes.

Supongo que hay quien no necesita aplicarse ese orden para tener una conducta constante sin lugar a despistes, pero lamentablemente no es mi caso, y no aconsejaría a nadie con mi misma predisposición que deje a la improvisación aquello que le resulta importante.

2022 no ha estado nada mal y ha sido aún mejor en muchos sentidos que 2021, pero de cara a 2023 voy a trazar un plan para esos detalles significativos para mí de cara a evitar otro “correr a lo loco”.

No con el correr en sí y nada más, claro, sino el concepto de pensar que debo hacer algo que requiere constancia dejando la planificación a la buena de dios y rezar todo lo que sepa. PD: sale mal.

3 recomendaciones

🐸 Sapo S.A. (Prime Video). Un psicópata inteligentísimo contando sus propias fechorías, intercalando sus declaraciones con las de quienes fueron afectados por ellas. No será perfecta, pero engancha y es muy interesante poder escuchar hablar a alguien así. Cuatro episodios.

🏃🏻‍♂️ Running. Mejora tu técnica, evita lesiones, perfecciona tu entrenamiento. Mi hermana me regaló este libro en mi último cumpleaños. Es una maravilla. Desde una perspectiva académica y científica te enseña a correr, pisar, entrenar fuerza en cada parte del cuerpo, explica la importancia de cada una de esas partes, sugiere ejercicios concretos… Muy muy completo.

🖼️Eye of the Beholder. Mapeando los colores de obras de arte famosas en un gráfico integrado en el diseño de un iris. Muy curioso.

Lacort 101

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